Uso de la lactoperoxidasa como biomarcador de párkinson

La enfermedad de Parkinson es un trastorno neurodegenerativo progresivo que afecta a más del 1% de las personas mayores de 65 años y que se caracteriza por una degradación selectiva de las neuronas. En el desarrollo de esta enfermedad intervienen muchos factores, como los genes o la presencia de neuroinflamación, por lo que se trata de un trastorno multifactorial, en el que, en recientes estudios, se ha demostrado la importancia del estrés oxidativo y las infecciones microbiana en su desarrollo.

Sin embargo, y pese a la importancia de esta enfermedad, no se conocen biomarcadores diagnósticos o pronósticos que puedan ser usados para una detección temprana en los pacientes que la sufren. Por el contrario, el diagnóstico se basa en la aparición de síntomas clínicos, los cuales aparecen en una etapa más avanzada de la enfermedad, no siendo posible el tratamiento en las fases tempranas cuando su efecto terapéutico es mayor.

Las evidencias sugieren el potencial diagnóstico y pronóstico de los biomarcadores en sangre y líquido cefalorraquídeo, siendo de gran interés el uso combinado de los mismos. En esta área, nuestros investigadores han demostrado que la enzima lactoperoxidasa participa en la patogenia de la enfermedad y que, según los análisis, su concentración y actividad es elevada en pacientes con enfermedad de párkinson idiopática, y que a su vez puede considerarse como factor de riesgo. El mecanismo por el cual se produce esta alteración puede ser a su vez de gran interés para el desarrollo de nuevos fármacos dirigidos a nuevas dianas terapéuticas.

Ventajas

• Obtención de un método diagnóstico de la enfermedad en fases tempranas.
• La posibilidad de utilizar y desarrollar fármacos neuroprotectores o incluso curativos, por medio de la inhibición de la enzima lactoperoxidasa.
• Desarrollo de fármacos inhibidores de la lactoperoxidasa eficaces sin efectos secundarios.